La música posee un carácter universal, y son muchos los beneficios socializadores, educativos y emocionales que aporta. Del mismo modo que la cultura debe ser accesible, la música, y por consiguiente los conciertos de música en vivo, debe serlo también.

La fundación Music For All ha elaborado una guía que, partiendo de una serie de necesidades y demandas sociales, anima a tomar conciencia del nivel de responsabilidad y compromiso social que comparten promotores y espacios de música en vivo. Al margen de las normativas de ámbito nacional, autonómico y municipal aplicables, los espacios de cultura tienen el deber moral de garantizar que sus espectáculos y conciertos sean accesibles a cualquier persona, con  independencia de sus capacidades. Y, por supuesto, las salas de conciertos, base de la construcción y creación cultural por excelencia en el ámbito de la música en vivo, deben ser un área de trabajo prioritaria para la accesibilidad y la inclusión en la música en directo.

En la guía se recogen una serie de propuestas, directrices, principios y buenas prácticas con los que avanzar hacia los grandes objetivos que garantizan una oferta de música en vivo accesible, diversa e inclusiva. El documento está estructurado en tres grandes bloques de contenido de aplicación práctica, que operativizan y desglosan las medidas a implementar.

En España, de acuerdo a los datos más recientes (Encuesta de Discapacidad, Autonomía personal y situaciones de Dependencia 2020 elaborada por el INE) se contabilizan en torno a 4,38 millones de personas que declaran tener alguna discapacidad.

La guía, elaborada y difundida gracias a un convenio marco firmado entre la fundación Music For All y ACCES, está disponible para descarga en la sección de proyectos de la web de ACCES.