De la editorial de la revista Escenarios nº 231
“Con respecto a los pequeños y medianos recintos, que tan mal lo están pasando, no hay mucho más que explicar. Simplemente hay que recordar que para que un grupo convoque a miles de seguidores en un festival primero ha tocado delante de cien personas por todos los rincones del país. Las salas de conciertos hablan y nos dan información de cómo es la ciudad que las acoge. El escenario, los focos, el equipo de sonido…Todos los elementos guardan sueños y tienen memoria. No se puede entender una ciudad sin un tejido importante de salas. Son el refugio y la casa de nuestros artistas y de todos nosotros.”
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